Manejo Integrado de las Plagas del Algodonero

Arquitecta DELIA KLEES

INTRODUCCION

En las provincias y territorios del norte argentino se han hecho plantaciones de algodón desde el año 1862 (50 has.); a partir de 1923/24 el área cultivada aumentó considerablemente (62.658 has.) debido al incremento de su cotización en el mercado mundial, ocasionada por la destrucción parcial de los algodoneros de los EE.UU., primer país productor de algodón del mundo, por la plaga del gorgojo. (1)

Lorenzo Malatesta en 1895 hizo las primeras experiencias de cultivo del algodonero en el Chaco, en el Viejo Fortín San Carlos, hoy La Escondida. El éxito de los primeros cultivos determinó su expansión, a la que está íntimamente ligada la colonización del Chaco, la promesa del “oro blanco” atrajo al inmigrante, que pobló las nuevas colonias.

Desde principios de siglo el algodón ha sido uno de los principales recursos tanto para el agricultor como para toda la economía chaqueña. Si bien la situación económica algodonera evolucionó positivamente, aún existen ancestrales problemas. El 30% de los productores son minifundistas, la dimensión de los terrenos es de aproximadamente 25 has., lo que impide progresar más allá de una magra subsistencia. Además, la contínua explotación ha producido un gran deterioro de los suelos. En una situación distinta se encuentran los agricultores con predios que oscilan entre las 120 - 250 has. y los grandes productores con explotaciones que superan las 500 has, lo que determina una gama de situaciones, todas coincidentes en la gran expectativa puesta siempre en la próxima cosecha.

La mayor área sembrada se encuentra en la Provincia del Chaco, con el 60-65%, en tanto el 35-40% restante se halla en las Provincias de Formosa, Santa Fe, Santiago del Estero y Corrientes -entre un 2-2,5% se ubica en otras provincias-.(2)

La superficie sembrada en el país en 1995/96 ascendió a 1.000.000 has.

Dentro del contexto general agropecuario, el algodón no escapa a la influencia de los factores negativos que afectan a este sector, es decir incremento real de los insumos, mano de obra e impuestos a lo que se suma el gasto en control de plagas.

El control de plagas que este cultivo necesita es un promedio de tres o cuatro tratamientos de agroquímicos por ciclo agrícola y habiéndose comprobado que el uso indiscriminado de éstos produce efectos indeseables, se propone recurrir al manejo integrado de las plagas como solución más efectiva para mantener la presencia de los insectos por debajo de los umbrales del daño económico.

2.- OBJETIVOS

3.- MATERIALES Y METODOS

Se consultaron libros, revistas especializadas, informes oficiales, artículos de diarios locales y personal capacitado del medio.

Se definió el manejo integrado y en el ANEXO se detallan las prácticas necesarias para el cultivo del algodón.

Se detallaron los tres períodos bien definidos del cultivo de acuerdo al estado vegetativo de la planta y las plagas y predatores de cada uno de ellos.

Se analizaron los controles biológico, cultural y químico, que se pueden realizar para cada una de sus principales plagas para finalmente plantear como solución ideal el Manejo Integrado de Plagas.

4.- MANEJO INTEGRADO

El manejo integrado es un sistema de regulación de plagas que, teniendo en cuenta su habitat y la dinámica de sus poblaciones trata de compatibilizar todas las técnicas y métodos conocidos para erradicarlas o mantenerlas en niveles aceptables para que no originen daños económicos.

En el manejo integrado se combinan armónicamente las siguientes prácticas:
Culturales: Trabajos que se realizan sobre el terreno, como ser: ajuste de la fecha de siembra, control de malezas, destrucción de rastrojos, etc.

Biológicos: Mantener y multiplicar organismos benéficos: predatores y parásitos o reproducir y difundir patógenos como ser hongos o virus.

Químicos: Insecticidas.

Para organizar un programa de manejo integrado es necesario tener conocimientos básicos de la problemática que plantea el cultivo del algodón. Ver ANEXO.

Este se desarrolla en climas tropicales o subtropicales y posee prolongada vegetación y fructificación, lo que posibilita que sea atacado por un elevado número de insectos y ácaros que afectan la semilla, la calidad de la fibra y su rendimiento.

A nivel mundial es el cultivo que mayor número de aplicaciones de agroquímicos utiliza para el control de sus plagas. Situación especial la de Argentina que promedia tres o cuatro tratamientos por ciclo, debido a su posición y relativo aislamiento geográfico en el mapa mundial (3).

En muchos lugares se ha demostrado que el indiscriminado uso de insecticidas pueden crear desequilibrios biológicos como los siguientes:

  1. Resurgimiento de plagas tratadas, ante la desaparición de insectos útiles (ej. oruga de la hoja).
  2. Elevación a nivel de plagas principales de otras que no ocasionaban daños económicos por la acción de sus controladores biológicos naturales, predatores y parásitos. (Ej. “Oruga del capullo” que se incrementó a partir del uso indiscriminado de insecticidas orgánicos de síntesis para el control de la “oruga de la hoja” en la década del ‘60 en el Chaco (4).
  3. Predisposición a adquirir resistencia a los productos químicos utilizados.
  4. Contaminación ambiental con el consiguiente riesgo toxicológico.

4.1.- PLAGAS

El algodón tiene temibles enemigos que pueden llegar a poner en peligro su cultivo. Tres son las plagas principales que padece este cultivo en el mundo: “el picudo del algodonero”, Anthonomus grandis, causa estragos en América del Norte, desconocido en Europa y Norte de Africa; “el gusano rosado”, Platyedra gossypiella, y la “oruga espinosa” de la cápsula, Earias insulana; además de otras plagas secundarias (5).

Con respecto al ataque de plagas, este cultivo en nuestra región tiene tres períodos bien definidos:

INICIAL O TEMPRANO: abarca aproximadamente 70 días y se extiende desde la siembra a la floración. Las plagas principales de este período son los “trips” y “pulgones”, cuyo daño potencial abarca entre el 25 y 30% de la producción además de retrasar las primeras cosechas entre 15 y 30 días.

También pueden presentarse en este período ataques de “broca”, “gusanos cortadores”, “arañuela roja” y las generaciones post-invernantes de “lagarta rosada”.

Si la planta es jóven, el ataque de la “broca” produce su muerte; si el ataque es al final del ciclo del algodón las plantas se mantienen en producción.

La “lagarta rosada” bajo condiciones de manejo tardío de rastrojos, siembras tempranas y ambiente favorable para su desarrollo, puede producir infestaciones tempranas, que se traducen en posteriores reinfestaciones y pérdidas considerables en rendimiento y calidad del algodón (4).

INTERMEDIO: Incluye floración y fructificación en siembras normales, abarca los meses de diciembre a febrero.

El insecto más constante es la “oruga de la hoja” que aparece y persiste hasta el final del cultivo. Las primeras infestaciones varían entre un año y otro y depende de las condiciones ambientales, la magnitud de las migraciones y control biológico natural que se practique, es fácilmente controlable y no tiene altos efectos económicos. También aparecen en este período “ la oruga del capullo” y “chinche horcias” que son menos constantes aunque se las considera como plagas potencialmente importantes a las que hay que agregar, según las condiciones ambientales imperantes los “trips”, “mosquilla” y “arañuela roja “. La palomita blanca, plaga secundaria, también incide sobre el rendimiento y la calidad de la fibra. Se considera que las plagas del período intermedio pueden ocasionar un 10% de pérdidas sobre el total de producción (4).

TARDIO: El insecto característico de esta temporada es la “lagarta rosada”, aunque también suelen ser importantes los ataques de la “oruga de la hoja” y “capullera”. Se incrementan considerablemente en los meses húmedos del otoño; en algunos casos llega a destruir la producción final del cultivo. Si el verano se caracterizó por sequías prolongadas, las infestaciones son menores.

4.1.1- “Picudo del algodonero” Anthonomus grandis

El picudo es una plaga que aún no apareció en nuestro país, tiene un antecedente temible: ningún país ha podido erradicarlo de su territorio (6). Ni .México donde apareció en el año 1843, ni los Estados Unidos (también se lo conoce como gorgojo) ha logrado combatirlo.

En 1985 llegó al estado de Paraná, lugar que produce la mayor cantidad de fibra del Brasil, en 1991 ingresó al Paraguay, y en 1993 se encontraron algunos ejemplares en trampas ubicadas en el Parque Nacional Iguazú (7).

Como se trata del más peligroso insecto del cultivo del algodón, hay que tomar precauciones para no confundirlo con otro insecto semejante, pues genera una sicosis colectiva.

Hay coleópteros que visitan al algodón en procura de néctar, que no causan daños económicos. Son de color castaño o ceniza oscuro y tienen el aspecto bucal similar al picudo (8).

Su daño se traduce en importantes pérdidas de rendimiento, de calidad de fibra y semilla; perjuicios económicos por los costos de su control, y la posibilidad de reaparición de plagas potenciales por haberse destruído sus predatores naturales.

En la provincia se encuentra en vigencia el Programa de Prevención y Erradicación del Picudo, que fija el cumplimiento estricto del Decreto Nº 1429, del ingreso a la Provincia del Chaco de algodón en bruto, fibra, fibrilla, semillas, bolsas, elementos de recolección manual o mecánica, que provengan de la Provincia de Formosa, República del Paraguay y Brasil, el que no puede efectuarse sin la “certificación fitosanitaria” emanada del IASCAV.

4.2.- PREDATORES

Pueden reducir o detener la población de plagas a niveles que hacen innecesario el uso de agroquímicos para su control (3).

Dentro del programa de manejo integrado tiene una gran importancia la población natural de insectos predatores, los que en el período inicial o temprano del cultivo se desarrollan sobre los “pulgones” o “trips”. Estos actúan sobre los desoves y larvas pequeñas de las plagas que aparecen posteriormente. Por eso es tan importante conocer el momento adecuado para el uso de insecticidas.

Los predatores se alimentan de huevos, larvas e incluso adultos de insectos plagas.

Los principales predatores naturales del algodón son:

Hemipteros:

“Antocoride” Orius insidiosus Say - Hemiptera: Antocoridae

“Geocoride” Geocoris sp. - Hemiptera: Geocoridae

Dipteros:

“Sírfidos” Allograpta exotica. Diptera: Syrphidae; Baccha clavata.- Diptera: Syrphidae.

Coleópteros:

“Coccinelidos” (”Vaquitas”) - Huevos y larvas- Adultos.

“Vaquita Colorada”

Cycloneda Sanguinea Linneo

“Overo Mediano”

Eriopis connexa Germ. Coleoptera: Coccinelidae

“Overo Grande”

Coleomegilla quadrifasciata Muls. Coleoptera: Coccinelidae.

“Overo Chico”

Hyperaspis festiva M. Coleoptera: Coccinelidae.

“Vaquita Negra Argentina”

Diomus sp.- Coleóptera: Coccinelidae

“Juanita”

Calosoma argentinensis C. - Coleópotera: Carabidae

5.-CONCLUSIONES

6.- RECOMENDACIONES.

6 .1.-Manejo integrado de las plagas del período inicial o temprano.

“Trips” Frankliniella pauscispinosa Moulton Thysanoptera: Thripidae

Los factores que regulan su presencia son temperaturas elevadas y sequías. El daño más severo se manifiesta desde la germinación y durante las 3 primeras semanas de cultivo, dañando los brotes terminales (3).

Los ataques inciden en el desarrollo del cultivo, provocando atrasos en las cosechas y disminución de rendimientos.

- Control Biológico

Los chinches “Antocoride” Orius sp y “Geocoride” Geocoris sp son los predatores más importantes de esta plaga. Su presencia es reducida, no permite un buen control.

- Control Cultural

Brindándole al cultivo las mejores condiciones para un rápido desarrollo se logran plantas capaces de soportar estos insectos.

- Control Químico

Se debe realizar un correcto muestreo, recuento de plagas, recuento de predatores, un buen recuento es fundamental, nos permitirá conocer si la cantidad de plagas alcanza el nivel establecido para decidir un tratamiento químico, determinación del daño económico (10). El nivel del daño: 50 a 100 Trips cada 100 hojas. El técnico deberá asesorar sobre el tratamiento a aplicar.

“Pulgón” Aphis gossypii. Hemiptera: Aphididae

Las temperaturas bajas y épocas húmedas favorecen el desarrollo de esta plaga.

Los pulgones se sitúan en la cara inferior de las hojas jóvenes y brotes tiernos. Impiden a la planta vegetar normalmente. Los daños más severos son los que ocurren desde la emergencia de los cotiledones hasta las 3 semanas de la planta aproximadamente) (3).

- Control Biológico

Es fundamental no extinguir la población de insecto plaga para permitir la alimentación de los predatores. Es necesario establecer el equilibrio entre la cantidad de pulgones y trips y los insectos benéficos antes de decidir sobre el tipo y dosis de insecticidas a aplicar.El cultivo del algodón no debe ser un campo de pruebas para casi todos los insecticidas recientes, tanto por sí solos como en mezclas (11).

Los predatores del pulgón son : “overo chico” Hyperaspis festiva; “vaquita colorada” Cycloneda sanguínea; “overo mediano” Eriopis connexa; “overo grande” Coleomegilla quadrifasciata; “negrito” Scymnus sp; “crisopa” Chrysopa lannata; “Juanita” Calosoma argentinensis y “sírfidos” Bacha clavata y Allograpta sp (3).

- Control Cultural

El buen desarrollo de la planta logrado con las medidas culturales correspondientes permite el escape de la plaga más fácilmente.

- Control Químico

Se deben realizar recuentos semanales, sobre 100 hojas, hasta que el cultivo tenga 80 días para establecer el nivel de daño y asesorarse sobre que tratamiento corresponde aplicar (10).

“Broca”Eutinobothrus brasiliensis. Coleóptera: Curculionidae

Es una plaga que aunque puede estar presente durante todo el ciclo del cultivo si bien es considerada temprana porque es en la época que produce más daños. Está difundida tanto en la zona de secano como la de regadío. No se puede detectar su presencia antes de la siembra; en invierno se cobija en los rastrojos del algodón.

El daño más importante lo produce la larva, si la planta es de tallos tiernos, la seca rápidamente. Si la planta tiene 70 días de emergencia, puede llegar a producir casi normalmente.

- Control Biológico

Al final de la campaña se presentaron esporádicamente larvas parasitadas por himenópteros Triospis sp y Catolestes sp (3).

Control Cultural:

Cultivo trampa: la siembra anticipada del cultivo permite capturas anticipada evitando posteriores daños; a los 60 días se debe destruir la “siembra trampa” para evitar reinfestaciones.

Es fundamental la destrucción del rastrojo al final de la cosecha para asegurar la muerte de las larvas y adultos, al dejarlos expuestos a las inclemencias climáticas durante el otoño y el invierno.

La buena y uniforme densidad de plantas por hectárea contribuye a reducir el daño causado por la “broca” ya que su presencia generalmente se da en plantaciones aisladas.

- Control Químico

Durante diez años el Servicio de Sanidad Vegetal de la S.E.A.G. reglamentó con carácter de obligatorio el tratamiento de la semilla con insecticidas, pero a partir de 1989 se decretó su interrupción, resultando su uso como opcional.

Otra alternativa es el tratamiento de la semilla con órganos fosforados que contribuyen también al control de pulgón y trips. Si el cultivo se encuentra en estado de plántula se lo puede controlar con algunos post- emergentes (3).

“Gusano cortador” y “Gusano alambre” Agrotis ypsilon- Lepicloptera: Noctuidae y Pyrophorus sp - Coleóptera: Elateridae.

Las áreas que poseen muchas malezas entre cultivos o provienen de otros cultivos como soja o pasturas son los más frecuentados por estos gusanos.

Los gusanos cortadores seccionan las plántulas, cuando la planta está desarrollada perforan las hojas.

Los gusanos alambre se alimentan de las semillas o raíces. Generalmente en las primeras semanas producen las mayores pérdidas.

- Control Cultural

Mantener limpio de malezas el campo de cultivo.

- Control Químico

Con cebo tóxico colocados en lotes de 9 m2 c/uno cada 20 Ha se detecta la presencia de la plaga (10).

Cuando se capturan 4 a 7 larvas por parcela se debe iniciar el control con Piretrinas, mezcladas con herbicidas, en la cama de siembra.

6.2- Manejo integrado de las plagas del periodo intermedio

“Oruga de la Hoja” - Alabama argillacea - Lepidoptera: Noctuidae.

Es la oruga específica del algodón. No inverna en nuestro país, al inicio del verano migra desde lugares tropicales.

El daño que produce se inicia desde diciembre y continúa hasta el final del ciclo del cultivo.

- Control Biológico

La “vaquita colorada” ; “overo chico, mediano y grande” ; “negrito” ; “sírfidos” ; “juanita” y ”arañas” son los predatores que contribuyen al control de esta plaga ya que se alimentan de huevos y larvas pequeñas de la oruga.

Se debe dilatar el mayor tiempo posible el uso de insecticidas en el cultivo para evitar la muerte de los benéficos (3).

- Control Químico

Semanalmente desde el mes de diciembre se cuentan la cantidad de orugas que se capturan en 100 golpes de red, cuando se cuentan entre 50 y 100 orugas en los 100 golpes de red se debe iniciar el control. Se debe elegir insecticidas de baja toxicidad como pueden ser los hormonales o biológicos para no reducir la fauna benéfica (6).

“Chinche HorciasHorcias nobilellus - Hemiptera: Miridae.

Se detecta su presencia en el período de floración, provoca la caída de la flor y cuando ataca las cápsulas pequeñas no permite que ésta se abran, en las grandes produce manchas oscuras, como consecuencia la planta tiene un gran desarrollo de ramas sin frutos. No se debe confundir el daño provocado por las chinches con otras causa como sequía o exceso de lluvia (4).

- Control Químico

Este se debe realizar cuando se encuentran entre 15 a 20 chinches cada 100 golpes de red, tomando las precauciones para dañar lo menos posible la fauna benéfica.

“Oruga del capullo” “Capullera” Complejo Heliothis - Helicoverpa - Lepidoptera: Noctuidae.

Su presencia es cíclica, en algunos períodos su presencia es limitada y en otros verdaderamente preocupante.

Producen daño en los brotes tiernos, en tallos y ramas, pimpollos florales y cápsulas pequeñas y grandes.

- Control Biológico

La “vaquita colorada” ; “overo chico, mediano y grande” ; “negrito” ; “sírfidos” ; “juanita” y ”arañas” son los predatores que contribuyen al control de esta plaga ya que se alimentan de huevos y larvas pequeñas de la oruga.

Se debe dilatar el mayor tiempo posible el uso de insecticidas en el cultivo para evitar la muerte de los benéficos (3).

- Control Químico

Cuando se encuentran más de 20 orugas cada 100 plantas o entre 7 - 10% de pimpollos y cápsulas dañadas es el momento de realizar el control.

Se debe utilizar un producto específico y evitar si es posible, la combinación de productos para no dañar los predatores.

6.3- Manejo integrado de las plagas de la etapa tardía

“Lagarta rosada” - Platyedra gossypiella - Lepidoptera: Noctuidae.

Es una plaga específica del algodón. La falta de destrucción temprana del rastrojo y su posterior incorporación al terreno, mantiene grandes poblaciones de invernantes. Su daño se inicia en las flores y luego en las cápsulas.

- Control Biológico

Esporádicamente algunos himenópteros como Brecon sp. parasitan larvas de lagarta.

- Control Cultural

Epocas de siembra: ajustar la fecha es una importante medida para reducir esta plaga, si se siembra después de mediados de octubre se logra que la floración inicial escape a las mariposas que emergen a mediados de noviembre, reduciéndose así la población de la primera generación de verano.

Destrucción y enterrado de rastrojos: la máquina desmenuzadora logra la destrucción del 60 al 90% de las larvas. El enterramiento en otoño causa la mortandad de las larvas restantes. Es fundamental realizar la tarea en forma conjunta con los campos aledaños para obtener un control óptimo (3).

- Control Químico

Se utilizan trampas de feromonas, se coloca 1 trampa cada 10 ha en la época de formación de los primeros pimpollos.

6.4.- Manejo integrado de las plagas secundarias

“Cogollero del maíz” Spodoptera frugiperda- Lepidoptera: Noctuidae.

“Isoca de los yuyos” Loxostege sp. - Lepidoptera: Pyralididae.

Ambas especies en cultivos limpios de malezas no están presentes. Se alimentan de las hojas.

- Control Cultural

La eliminación de malezas logra un buen control, cuando no es posible realizarlos porque son épocas lluviosas se utiliza herbicidas.

- Control Químico

Los insecticidas de contacto dan buen resultado.

“Palomita blanca” o “Polvillo” Bermisia tabaci. Hemíptera: Aleyrodidae.

Aparecen en la mitad de la estación intermedia, preferentemente en épocas de sequías.

Las ninfas y adultos se alimentan de la savia lo que provoca la caída prematura de las hojas. Cuando excretan sustancias sobre la cápsula abierta contaminan la fibra.

- Control Químico

Un promedio de 3 a 4 “palomitas” por hoja indica el momento de su control; si es la única plaga existente se utiliza insecticida sistémico y si además se encuentra “oruga de la hoja” se utilizan insecticidas de contacto.

“Arañuela Roja” Tetranychus telarius Koch - Aracnicidae: Tetranychidae.

En épocas de baja humedad o gran sequía aparecen en cualquier etapa del desarrollo del cultivo. Extrae la savia, decolora el follaje y luego provoca la caída de las hojas.

- Control Químico

Cuando el 10 a 20% de las hojas presenta manchones es el momento de iniciar el control (10).

Si es plaga única se utilizan acaricidas específicos. Si está asociada a ota plaga es más práctico el uso de un insecticida - acaricida.

“Mosquilla” Gargaphia torresi - Hemiptera: Tingidae.

Plaga que aparece en época de sequía. Cuando la planta es atacada presenta color amarillento, si este ataque es intensivo provoca la caída de las hojas.

- Control Químico

Si en los recuentos de hojas se observa del 10% al 20% del daño se utilizan acaricidas específicos. Si además se encuentra otra plaga se utiliza insecticida - acaricida.

“Trips” Caliothrips brasiliensis Morgan - Thysanoptera Thripidae.

También aparecen en épocas de sequía y baja humedad.

- Control Biológico

Las chinches “Antocoride” y “Geocoride” son sus enemigos naturales.

- Control Químico

Fosforados de contacto son los mejores controladores de este insecto.

“Chinche Tintorea” Dysdercus rufficolis - Hemiptera: Pyrrohoridae.

Cuando las fructificaciones están inmaduras producen los mayores daños. Realizan perforaciones en las cápsulas que luego son atacadas por hongos. Si los ataques son intensos causan la caída de las cápsulas jóvenes, pudren las cápsulas verdes y tiñen la fibra y/o producen la pérdida del poder germinativo de la semilla.

6.5.- Manejo integrado del picudo

El programa de prevención y erradicación comprobó que el método más eficaz es el trampeo y el monitoreo, por lo que se colocaron trampas provistas de feromonas y cebo tóxico en los pasos secos fronterizos con Brasil y Paraguay y en los campos identificados como expuestos a la entrada del picudo.

El control de la plaga se puede realizar por:

- Control Cultural

Destrucción de los rastrojos. Mantenimiento de los campos libres del cultivo durante 4 o 5 meses en el año. Utilización de semilla fiscalizada. Eliminación de malezas. Distanciamiento adecuado entre plantas. Al transportar el algodón en bruto, cuidar que no se pierda material por el camino.

- Control Químico

Pulverización contra ejemplares adultos.

Deberán iniciarse estas pulverizaciones, cuando el 20-25 % de los botones florales están perforados. Tres aplicaciones con intervalos de cinco días son necesarias para reducir las poblaciones por debajo del nivel de daño económico (12).

- Control Biológico

Hay unas 50 especies de predatores, parásitos y patógenos que atacan al picudo pero muy pocas ejercen un control real (8).

Adoptar medidas apropiadas de manejo del cultivo, vigilancia contínua de los cambios que se produzcan en el cultivo y en la población de insectos, criterios ecológicos de control químico y aplicación de medidas legales nos permitirá lograr un adecuado Manejo Integrado de Plagas.

BIBLIOGRAFIA

  1. Meyer, T. et al. 1935. El Chaco. Album Gráfico Descriptivo. Compañía Impresora Argentina. Bs. As. 239p.
  2. Segovia, F. 1991. Algodón en el Chaco. Revista Chacra 8. Campo Moderno. Marzo 1991. Pp 66 - 72.
  3. Arias de Lavalle, M. A. Teuler. Plagas del Algodonero y sus predatores. Insectos y Acaros. INTA. Ed. Agro de Cuyo. San Juan. 15 p.
  4. INTA. 1991. Manual de Prácticas para el cultivo del algodón. Edición: Agro de Cuyo. San Juan. 140 p.
  5. Dominguez García Tejero. 1992. Plagas y Enfermedades de las Plantas Cultivadas. Ed. Dossat S.A. Madrid. pp 514-530.
  6. Parencia, C.R. 1979. Investigaciones sobre insectos del algodón. Publicación: Agricultura de las Américas. EE.UU. 4p.
  7. Fola, J.C. 1994. Picudo del Algodonero. Un enemigo al acecho. Revista ACAECER Nº 213. Abril 1994. pp. 26-27.
  8. Martinez Quiroga, E. 1995. El cultivo del algodón y la introducción de tecnología. Agromercado Nº 109. 1995. pp. 83-85
  9. Brewer, M. 1996. Control Integrado de Plagas. Publicación Didáctica Nº 15. Maestría en Gestión Ambiental y Ecología. UNNE. p 28.
  10. Arias, M. 1995. Manejo integrado de plagas del Algodón. Centro Regional Chaco-Formosa. INTA. Ed. CECAIN (EEA - INTA - Saenz Peña).
  11. Mabbett, T. 1995. Agroquímicos. MIP en algodón. Publicación: Agricultura de las Américas. 6p.
  12. Sobrinho, R y M. Lukefahr. 1983 “Bicudo: Nova amenaca”. Cotonicultura Brasileira. Centro Nacional de Pesquisa de Brasil. EMERAPA (traducción del portugués: Marinich, M y E. Fossati). Ministerio de Agricultura y Ganadería del Chaco. 18p.
  13. Guevara de Bisgarra, G. 1995. Avances en el control químico de malezas del cultivo de algodón. Campaña 1994/95. Informaciones Técnicas. INTA. Edit. INTA. Saenz Peña. Chaco. 8p. (Serie: Manejo Nº 9).
  14. Alvarez, L. A. et al. 1989. Cultivo del Algodón. Ministerio de Agricultura y Ganadería. Ed. Dirección de Investigación y Extensión Agropecuaria y Forestal. Asunción, Paraguay. 61p.

ANEXO

1.- EL ALGODON - PRACTICAS PARA SU CULTIVO

1.1.- ELECCION DEL TERRENO

Se debe elegir el suelo que por sus propiedades físicas, químicas y biológicas cumpla con los requisitos mínimos que garanticen un buen crecimiento de la planta de algodón y que permita obtener los mejores rendimientos y calidades.

El algodón se adapta a varios tipos de suelo, sólo resulta afectado cuando las condiciones de déficit interfieren con las funciones de la raíz, como los que a continuación se detallan: (4)

Los mejores rendimientos se logran en suelos de:

Los suelos de:

El rango óptimo del PH es débilmente ácido a neutro (5,8 a 6,8).

Si la presencia de sales es alta, los rendimientos son limitados.

Una de las prácticas de manejo de suelo más aconsejadas es la rotación o sucesión de cultivos, pues permite elevar el contenido de materia orgánica del suelo y disminuye la incidencia de malezas y plagas, lo que mejora el rendimiento del cultivo.

1.2.- Preparación del terreno

Se deben crear condiciones apropiadas para una buena siembra y desarrollo del cultivo.

Los suelos bajo agricultura tienden a compactarse, lo que tiene su origen en el excesivo uso de implementos de discos cuando son aplicados en épocas en que la humedad del suelo no es suficiente.

Lo ideal es aplicar un sistema de labranza adaptado a las condiciones de cada tipo de suelo.

Para evitar el deterioro del suelo y reducir los costos se debe recurrir al mínimo uso posible de herramientas.

Los procesos de remoción del suelo pueden ser superficiales, profundos y de preparación final de la sementera.

Labranza superficial: La primera labor debe ser superficial, con un profundidad de 12 cm, la herramienta ideal es el arado rastrojero o en su reemplazo la rastra de discos pesada. El objetivo de este proceso es lograr que en una sola operación se destruyan las raíces del cultivo anterior, se realice un control de malezas y se semiincorporen los restos vegetales. Durante el período de barbecho también pueden realizarse este tipo de labranzas, lo que ayuda a controlar las malezas y acondicionar el suelo para la preparación final de la sementera.

Labranza profunda: profundidad 20 - 25 cm. Se deben realizar en épocas propicias para la captación del agua de la lluvia. Se debe tratar de no invertir el suelo, empleando el arado de cinceles, para no dejar al suelo sin protección superficial. Si se usa este arado en agosto o septiembre (próximo a la época de siembra) es aconsejable complementarlo con una rastra de dientes, para reducir la evaporación del agua del suelo.

La remoción del suelo con inversión del pan tierra, posibilita la incorporación de restos vegetales y permite el control de malezas, pero se debe evitar llevar a al superficie horizontes subsuperficiales.

La preparación de la sementera varía según el tipo de suelo; los suelos livianos necesitan menos operaciones de labranzas que los suelos pesados para desarrollar la cama de siembra. Si los trabajos se realizan en épocas y oportunidades adecuadas, la preparación de la sementera sólo consistirá en el pasaje de rastra de discos a la que puede incorporarse el aplicador de herbicidas de presiembra.

1.3.- Elección del material para siembra

El principal objetivo es seleccionar las mejores variedades e identificar la combinación ideal con el ambiente y la práctica de producción, lo que permitirá obtener altos rendimientos, el mayor porcentaje de desmote y mejor calidad de fibra; o sea un cultivo económicamente competitivo.

Según el INTA las variedades ideales son: (4)

1) Area con fusariosis: Mataco INTA - (a)

2) Area sin fusariosis: Chaco 51 INTA - (b)

    Porá INTA - (c)

    Quebracho INTA - (d)

    Guazuncho 2 INTA - (e)

    Gringo INTA - (f)

(a) Planta adaptada a las áreas infectadas con “Fusariosis” de la región de secano especialmente Chaco, Corrientes y Formosa. Se desarrolla en suelos de fertilidad reducida. Resistente a “Marchitamiento Rojizo” y “Bacteriosis”.

(b) Planta que permite obtener buenas cosechas en zonas con suelo fértiles y sin deficiencia hídrica, recomendable para las zonas de Chaco y Formosa. Tolerante a “Marchitamiento Rojizo”.

(c) Buena adaptación a la región de secano, muy resistente a “Bacteriosis” y resistente al “Marchitamiento Rojizo”, tolera a “Fusariosis”.

(d) Su rusticidad y estabilidad de rendimiento, da seguridad de cosecha. Se adapta a suelos franco - arenosos con probabilidad de retención hídrica y disponibilidad de nutrientes. Es inmune a “Bacteriosis” resistente al “Marchitamiento Rojizo”, tolera a “Fusariosis”, recomendado para suelos de mediana a baja fertilidad y suelos pesados.

(e) Se adapta a condiciones de secano y de regadío. Es inmune a “Bacteriosis” y susceptible a “Fusariosis”. Tiene un gran porcentaje de desmote, mayor producción y buena longitud y resistencia de fibras. Se adapta a suelos de mediana a alta fertilidad y sin déficits hídricos prolongados.

(f) Buena adaptación a las variadas condiciones bioambientales de la región algodonera de secano, suelos de mediana fertilidad sin “Fusariosis”. Posee buena calidad de fibra y muy buena resistencia (4).

1.4.- Fertilización

Para mejorar el crecimiento, desarrollo y producción del cultivo se aplican productos que contienen uno o varios nutrientes esenciales para éste. El nitrógeno es fundamental en la fertilización, después del agua es un factor decisivo en el crecimiento del vegetal. La deficiencia del nitrógeno se detecta en suelos de textura media, pobres en materia orgánica con uso intensivo y prolongado de agricultura. Otros dos nutrientes muy importantes como fósforo y potasio, según distintos análisis químicos, no faltarían en el suelo del Chaco.

Una fertilización nitrogenada aumenta la probabilidad de obtener buenas respuestas, pero no mejora los problemas de otros factores que limitan el rendimiento del cultivo, la escasez de agua en todo o parte del ciclo vegetativo por ejemplo.

Por eso a fin de conocer si existe la necesidad de fertilizar se deben realizar muestreos y análisis de suelo, PH, humedad, tenor salino, antecedentes del manejo del suelo y del cultivo del lote, datos de las condiciones climáticas y cartas de suelos.

Si existe esta necesidad el técnico agropecuario le indicará al productor la época propicia, la dosis y las respuestas que podrá esperar.

Los fertilizantes nitrogenados disponibles en la zona son UREA con 46% de Nitrógeno y Nitrosulfato de amonio con 26% de nitrógeno más 12% de azufre (4).

1.5.- Siembra

Se debe proceder a la siembra en la época aconsejada para cada variedad, la que está sujeta a determinadas condiciones ambientales, la temperatura y humedad del suelo varían según la zona y el año. Debido a esto es imposible fijar fechas estrictas para el período de siembra.

Siembras tempranas - mediados de agosto a mediados de septiembre - la baja temperatura del suelo agrava los problemas de las enfermedades de las plántulas y fallas en la germinación - germina aproximadamente el 45% de las semillas viables. Se facilita los ataques de la lagarta rosada y de la broca del algodonero.

En épocas normales de siembra - octubre - noviembre - germina el 70% de las semillas.

Las siembras tardías - mediados de diciembre - la finalización del cultivo coincide con condiciones bioambientales desfavorables para la producción de la fibra y semilla de buena calidad, favorecen las manifestaciones tardías de lagarta rosada, pero germinan el 100% de las semillas viables (4).


Labores de Post - siembra

Para controlar las malezas y costras después de la siembra, se deben realizar remociones superficiales de suelos. Las malezas compiten por humedad y nutrientes con el cultivo y son un problema en el momento de la cosecha mientras que las costras perjudican la emergencia de las plántulas y dificultan la infiltración del agua y la aereación del suelo.

Las malezas pueden controlarse con manejos integrados por métodos culturales, mecánicos y químicos.

Los métodos mecánicos consisten en operaciones con rastra de dientes, que puede controlar las costras después de una lluvia antes de la emergencia, también controla las malezas; con rastra rotativa puede cumplir la misma tarea que la de dientes y se la utiliza hasta que las plantas tienen 10 cm de altura y las malezas 2 o 3 cm. Se utiliza escardillos o cultivadores para destruir las malezas y costras en el entresurco y cubrir las malezas pequeñas en la línea de plantas.

También se puede utilizar la rastra rotativa y escardillo para operar sobre la línea de siembra y el entresurco simultáneamente.

Cuando la infestación es grave y el control mecánico no es suficiente conviene usar herbicidas.

1.6.- Uso de reguladores de crecimiento.

Se regula el crecimiento de la planta que resulta excesivo en suelos muy fértiles y se controla su tamaño para que no se pudran las cápsulas, para favorecer el control de plagas y enfermedades, favorecer la defoliación y mejorar la cosecha ya sea manual o mecánica.

Los productos recomendados son: Cloruro de clorocolina y Cloruro de mepiquat que son absorbidos por las hojas, siempre que no exista déficit hídrico se pueden aplicar esos productos solos o si es necesario en una mezcla con insecticidas, fungicidas y fertilizantes.

Uso de defoliantes

El uso de defoliantes en el período de recolección se utiliza debido a que acelera la caída de las hojas de la planta, se acelera la apertura de las cápsulas reduciendo el período de cosecha, se realiza una mejor cosecha mecánica, se asegura una buena calidad de las cápsulas y se pueden controlar los insectos al reducir su fuente de alimentos.

Las hojas son fundamentales para el desarrollo de las cápsulas de algodón, no se las debe eliminar antes de que un 70% aproximadamente de ellas estén abiertas.

1.7.- Protección vegetal

Control de malezas

Las malezas con el cultivo no sólo compiten por agua, luz y nutrientes, sino también aportan materias extrañas y manchan las fibras. El período crítico de competencia de malezas con el algodón, son las primeras 6 a 8 semanas. La posterior emergencia de malezas no compromete su potencial, pero si interfiere en su manejo y cosecha, sobre todo las especies de alto crecimiento, como son enredadera (Ipomoea nil), abrojo grande (Xanthium cavanillesi), codillo (Cenchrus echinatus) y pasto colchón (Digitaria sanguinalus) (13).

Se puede realizar el control de malezas con métodos culturales, mecánicos y químicos. Es necesario realizar este control pues evita pérdidas de rendimiento producidas por su competencia y previene la reducción de la calidad del algodón y su rendimiento.

Manejo integrado de plagas

Se deben realizar programas de manejo integrado de plagas (MIP) para evitar las pérdidas causadas por éstas y el consecuente daño económico, es ideal combinar el uso de plaguicidas con otros métodos, para incrementar los agentes biológicos naturales de control y evitar el uso indiscriminado de agroquímicos.

Prevención y control de enfermedades

Se deben prevenir y controlar las enfermedades para evitar pérdidas y disminución de rendimientos y calidades. Su control se encara fundamentalmente desarrollando nuevas variedades más resistentes.

Como enfermedades más importantes por su difusión y daños figuran: “enfermedades de plántulas” , “marchitez o fusariosis” y “mancha angular o bacteriosis” o “falso mildiu”.

Mal de plántulas

Se pudren las semillas antes o después de germinar, muerte de raicillas o tallos de las plántulas y podredumbre a diversos niveles de la raíz y parte inferior del tallo. Para evitar esta enfermedad se debe proteger la semilla con fungicida, sembrar en la época oportuna con temperatura del suelo y ambiente adecuado.

“Marchitez” o “Fusariosis” es causada por un hongo presente en el suelo. Tiene buen desarrollo en suelos moderadamente ácidos, sueltos y arenosos, temperatura elevada (más de 25º C) y las lluvias necesarias para un desarrollo normal de la planta.

Los daños que ocasionan son: detención del crecimiento, defoliación y muerte de la planta en etapas de prefloración y floración.

El hongo Fusarium sobrevive en el suelo aproximadamente 10 años, sobre rastrojo infectado o materia orgánica, o puede incorporarse a nuevas áreas mediante semillas de cultivos afectados.

Se puede controlar: usando variedades resistentes, sembrando gramíneas o leguminosas en los sectores con marchitez para al cabo de 3 o 4 años rotar con algodón, no transmitir la enfermedad por medio de maquinarias agrícolas.

“Bacteriosis” - Es una enfermedad causada por una bacteria que afecta los órganos aéreos de las plantas. Si la enfermedad se ha desarrollado favorablemente, produce defoliación de plantas en plena fructificación y ocasiona grandes pérdidas. Se puede controlar esta enfermedad utilizando variedades resistentes a la misma.

“Marchitamiento Rojizo”- Puede provocar marchitamiento y muerte de plantas, desde el estado de plántula hasta floración. Se han reducido los daños con variedades muy tolerantes.

“Falso mildiu” muy difundida en áreas de secano, la infección es favorecida cuando hay abundantes lluvias y humedad. Si el ataque se da en época temprana produce defoliación lo que significa pérdida de producción por reducción de la actividad fotosintética. Se controla mediante tratamientos químicos con fungicidas.

1.8.- Cosecha

Mediante recolección manual o mecánica se recolecta la producción del cultivo. Con recolecciones oportunas y eficientes se trata de obtener fibra y semillas de buena calidad.

La máxima calidad del producto se obtiene en el momento de su apertura por lo que es fundamental realizar la cosecha en forma inmediata y la humedad del algodón en bruto no debe superar el 10%.

Cosecha manual - Es necesario usar bolsas de algodón para evitar la contaminación.

Cosecha mecánica - El sistema que se utiliza en el país es el despojador o “picker”.

Para lograr una cosecha mecánica eficiente entre otra condiciones se deben respetar lo siguiente:

1.9.- Manejo de rastrojos

Es aconsejable desmenuzarlo e incorporarlo o semiincorporarlo al suelo después de levantar la cosecha, para favorecer su descomposición, el control cultural de plagas y evitar la interferencia mecánica con el cultivo.

1.10.- Rotación de cultivos

Debido al intenso laboreo del suelo, el desaprovechamiento de los rastrojos como fuente de materia orgánica y la falta de prácticas conservacionistas el suelo pierde fertilidad. Para recuperar y conservar esa fertilidad se aconseja la rotación de cultivos, o sea plantar algodón en una secuencia alternada con otros cultivos - gramíneas y leguminosas- la que debe ser complementada con un apropiado sistema de labranzas y manejo de barbechos, de malezas, de plagas, etc.

1.11.- Riego

Debido a la capacidad de succionar y extraer agua del suelo, el algodón es un cultivo tradicionalmente considerado como resistente a la sequía, pero en condiciones áridas o semiáridas, sólo se obtiene u buen desarrollo con un oportuno suministro de agua.

La adecuada disponibilidad de agua es un factor importante para la germinación de la semilla y el cumplimiento de todo su ciclo vegetativo. Por eso los suelos dedicados al algodón deben poseer capacidad de absorción y retención de humedad. El exceso de ésta es perjudicial a la planta, sin un adecuado sistema de drenaje, deben ser desechados para este cultivo (14).

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